martes, 11 de octubre de 2011

Como bañar al bebé con esponja

En general se recomienda que, hasta tanto no haya caído el cordón umbilical y su ombligo no se haya cerrado completamente, laves a tu bebé con una esponja. Su tu hijo ha sido circunciso, lávalo con esponja hasta que su pene haya sanado completamente. (Normalmente la circuncisión sana antes de la caída del cordón umbilical.)
No necesitas bañar o lavarle la cabeza a tu hijo todos los días. Dos o tres veces por semana son suficientes, siempre que mantengas limpia su cara y el área genital. Una mayor frecuencia de lavados de cabeza puede ser causa de un cuero cabelludo seco y escamado.
A veces, a los recién nacidos no les gusta estar completamente desnudos, de modo que si tu bebé da la impresión de estar enojado cuando lo bañas, trata de descubrir una sola parte del cuerpo por vez.
A algunos bebés no les gusta mantenerse quietos y tranquilos el tiempo suficiente como para lavarlos completamente con la esponja. En este caso, puedes hacerlo en varias etapas a lo largo del día (por ejemplo, cada vez que le cambies los pañales).


Que cosas necesitas
Una palangana con agua caliente, una toallita suave, pompones de algodón, un jabón sin perfume y delicado, una toalla blanda, unos hisopos de algodón, alcohol fino, una almohada de esponja (opcional).

1. Sin desvestirlo, coloca a tu bebé sobre una almohada o un cambiador. Comenzando por la cabeza, limpia cada uno de los ojitos con un trocito de algodón estéril mojado en agua caliente. Limpia de adentro hacia afuera. Con otro trocito de algodón humedecido limpia alrededor de las orejitas. Sigue con una toallita húmeda alrededor de su boca, mejillas y cuello.
4. Sosteniéndole la cabecita, da vuelta al bebé sobre el costado para lavar y enjuagar su espalda. Sécalo bien y viste la parte superior de su cuerpito.
2. Sosteniendo la cabecita de tu bebé encima de una palangana humedece su cuero cabelludo. Luego enjabonarlo con un jabón suave y efectúa un delicado masaje con la punta de los dedos, sin utilizar las uñas. Enjuaga la cabecita y sécala adecuadamente.
5. Hasta tanto no haya cicatrizado, lava el ombligo con un hisopo mojado en alcohol, limpiándolo hasta la base. Evita mojar la zona umbilical hasta tanto no haya cicatrizado completamente.
3. Sácale la camisita y lava suavemente el pecho y los brazos, asegurándote de llegar a todos los pliegues de la piel incluyendo los del cuellito. Limpia sus manos, buscando si tiene pelusa entre los dedos. Observa también si tiene las uñas largas o puntiagudas. Enjuágalo con agua limpia y caliente y sécalo bien.
6. Saca los pañales al bebé y luego enjabona y enjuaga suavemente los genitales, las nalgas, las piernas y los piecitos. Seca suave y perfectamente. Si tiene sarpullido, aplica alguna pomada recomendada por el médico. Ponle los pañales y vístelo.

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